15 de noviembre de 2013

Funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas decomisaron 25 kilos 340 gramos de cocaína, droga que estaba oculta en las paredes posteriores de un llamativo auto deportivo plateado que salió desde Arica conducido por el chileno M.A.L.P., quien intentó burlar los controles en la avanzada de Quillagua. Sin embargo, la experiencia de los fiscalizadores aduaneros impidió que el cargamento llegara hasta su destino final en Santiago. En el control de la Primera Región de Tarapacá, el automóvil fue inspeccionado a través del uso del aparato electrónico Bunster, tecnología que permite medir la densidad en las cavidades de los vehículos. De esta forma, los funcionarios de Aduanas identificaron en ambos lados de las paredes posteriores del auto de dos puertas una densidad diferente a la esperada, sospechando que había escondida droga. Esto fue ratificado por el can detector "Kazan", quien al olfatear la zona marcada dio alerta positiva para la presencia de algún tipo de estupefaciente. Los fiscalizadores desmontaron los tapices de ambas paredes traseras, encontrando inmediatamente decenas de paquetes que contenían cocaína de alta pureza en su interior. El conteo final arrojó como resultado 76 bultos y un total de 25 kilos 340 gramos de la droga, cargamento avaluado en más de 175 millones de pesos. El sospechoso indicó que se encontraba sin trabajo y que de completar el viaje hasta Santiago, sus contactos le cancelarían 5 millones de pesos en efectivo. La droga y todos los antecedentes fueron puestos a disposición de la Fiscalía Local de Pozo Almonte.

9 de agosto de 2013

CALETA SAN MARCOS DE IQUIQUE

Caleta San Marcos: caleta de pescadores artesanales, ubicada en el kilómetro 90 al sur de Iquique, encontrando restaurantes que expenden productos típicos del mar, contando además con servicios básicos, escuela, posta médica, teléfono, pequeño comercio y amplias playas apta para baño de mar y sol, observación de la fauna y pesca deportiva. Algo de su historia: Las costas de la región sudamericana de Tarapacá son tremendamente áridas y extensas. El aprovechamiento de los recursos marinos como única fuente de alimento ha hecho nacer y crecer a una serie de puertos y caletas. Como otras ciudades puerto de la región, la ciudad de Iquique es conocida por su industria conservera y la industria exportadora de harina de pescado. Si caminamos por la orilla de la ciudad vemos que aun existe una cultura de permanente explotación de recursos marinos. Estas actividades se extienden por toda la planicie costera hacia el sur. Los primeros habitantes de esta zona que explotaron la riqueza del mar en las costas del norte de Chile fueron Los Changos. De ahí en adelante esta franja ha sido habitada permanentemente por pescadores y mariscadores. Personas de diversos lugares del sur de Chile han llegaron a las caletas de la provincia llamados a la explotación de una de las costas más productivas del mundo, la costa del Pacífico Sur de Chile. Y ellos son los protagonistas de esta historia… La última repoblación de esta Caleta comenzó hace más de 20 años. Lo que hoy vemos como un pequeño poblado y una productiva caleta antes era un desafío a la voluntad de quienes querían forjar su futuro en estas orillas. Con mucho esfuerzo y dedicación, la población ha ido tratando de superar las dificultades en la satisfacción de las necesidades básicas, como el agua potable y la electricidad. Estas dos necesidades están cubiertas por la visita semanal de un camión aljibe de la municipalidad de Iquique que les provee de agua la cual almacenan en estanques y tambores que cada vecino posee. La electricidad es provista por un motor petrolero comunitario que suministra energía, tanto para las casas como para el alumbrado público, de 18:00 a 24:00 horas. Además varios vecinos poseen sus motores domiciliarios que les sirve para cubrir sus necesidades en los otros horarios. Hace más de 15 años atrás en la caleta, había solo cuatro personas que llegaron con sus familias y se instalaron muy cerca de la playa, cuando el camino aún era de pura tierra. Para viajar a la ciudad debían hacerlo sobre los camiones que trasladaban los pescados y mariscos. Tanto mujeres, niños y hombres debían quedarse en Iquique para el otro día realizar sus compras en el Terminal Agropecuario. Para el regreso debían hacerlo después de las 17:00 horas, esperando la buena voluntad de algún conductor. San Marcos es un lugar muy especial, donde se puede percibir la tranquilidad de un ambiente bañado por lindas playas, el sonido de las olas rompiendo entre las rocas, el cantar de miles de gaviotas que anuncian día a día las bondades de un fértil mar, con un clima privilegiado todo el año, quien llega a este lugar siempre querrá volver. Sus calles, aun de tierra, ven el paso de los niños que le dan vida a este pedacito de Chile que queda a 108 kilómetros al sur de Iquique. Cayendo la tarde se pueden apreciar maravillosas puestas de Sol que solo impregnan el alma de nuevas energías para ir al descanso en paz y volver al trabajo al día siguiente. Asi es como poco apoco se ha ido forjando esta Caleta, con el esfuerzo de su gente venida principalmente de la IV región.